Tijuana: paraíso de otros

Me he quedado todo el día con la sensación de que no te dije algo. A veces la comunicación no es lo que uno espera y nosotros no resolvimos las palabras, te desenchufaste y me dejaste colgado de la conversación con las ganas de explicarte que no me había expresado bien, que mi reclamo no era lo que parecía sino lo contrario. Ahora no sé si voy a poder dormir pues esta es la primera vez que tengo un malentendido contigo y todavía no sé lo que piensas por que no he estado suficiente tiempo cerca de ti. No sé si cualquier cosa hará que te vayas, no sé si al día siguiente se te pase la maraña y me digas buenos días con las manos y la boca mientras me escribes un recado para llevar. No me culpes sigo siendo torpe, si crees que eso tiene remedio ayúdame pero no con una lección. No con una lección en donde me dejes nadando con el corazón apachurrado pensando que a lo mejor te desquitas con alguien. Antes déjame explicarte que si actuó así es la distancia y los hechos que nos separan, que si no puedes hablar lo entiendo pero mándame una señal de que no vas a matar este amor en un día. Por lo menos déjame arruinarlo con algo que valga la pena para que pueda explayarme con una disculpa y con ello demostrarte que si tú estabas tratando de que no pudiera vivir sin ti, lo estás consiguiendo. 


Aún no se me acaban las balas

Firma Carol