Después de todo, volveré

Después de todo, lo que realmente es de uno, siempre vuelve a nuestras manos. Siempre vuelven. He dado muchas cosas por perdidas y les he puesto un altar durante un día, y digo solo un día porque aquello que decidió irse o escaparse no merece más de un día de llanto o preocupación. Háganse a la idea de que todo es un círculo, una montaña rusa o una pista de carreras.

Luego, volverá aquello a tus pits, a que lo remiendes, o a remendar el daño. Después de todo, nosotros hemos vuelto así también, de la manera más inesperada y esperada a la vez. Con la cola entre las patas, con la boca partida en dos. Con la angustia en la cara de haber podido perderlo todo; y unas putas ganas de volver que son para no irse nunca. Contigo me siento en casa, por eso no me he ido.

Firma Carol