Me gustas. Y tú rechazo es casi una política para mí. Tu resistencia es
un documento que cargo todo el día, todo el mes. Me gusta traerlo conmigo
porque es una forma de olvidarme de lo que contamina mi día y me pone de mal
humor. Tú me pones de buenas aunque no estés conmigo, me gustas, y tu cara la
veo en muchas otras caras de otra mucha gente, estás en mi. Eres una óptica que
no me quito y quizá por eso puedas llegarme a hacer un daño, yo misma me meto
tus cosas en la cabeza, yo misma actuó de tal forma que sigo tus pasos, para
sentirme cerca de ti, para qué tú, entre tu horario y tus pequeños momentos
libres te acorrales, tu solo, entre mis piernas y tobillos, como un pequeño que
finge necesidad, tú no la finges porque ya eres grande (....)
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