Mi inspiración volvio después de tanta tormenta.


Sé que estas por ahí, en algún rincón, ahí donde las paredes se tocan, dónde se encuentran ante la geometría de su ser. Has de estar sobre tus piernas, robándote el aire de la atmosfera revisando un calendario imaginario preguntándote cuándo es que me encontraras. Sé que estás ahí, y que si no has soñado conmigo no importa, porque todo el día y toda la noche has pensando en mí. Seguramente te estas comportando diferente y has compartido con tu almohada las palabras que te he dicho, repasas el guion de nuestra conversación y sonríes como un idiota porque sabes que estamos en este mismo planeta aunque el universo siga siendo demasiado amplio. Recuerdas mi voz simplemente por el hecho de que bajo ningún motivo te dejaré olvidarla. Deseas mi presencia pero no me lo dices, porque es moralmente incorrecto para tu situación, aunque pecado fuera no querer estar con alguien. Cuando comienza la madrugada, y eso es algo que cada uno decide, te acuerdas más de mi y sospecho que a esa hora es a la que querrás encontrarme, la noche que me encuentres. Y si no fuera así cambiáramos el reloj, ante el capricho de tener el hechizo de lo que pasa a las horas que transcurren después de media noche y antes de lo sonidos que anuncian el amanecer. En ese periodo de tiempo casi todo lo humano se vuelve mágico, aunque la imaginación trabaja todo el día, lo que pasa ahí se queda en todos lados y es algo que difícilmente se olvida. Sé también, que me imaginas desnuda y por eso cariño, no te puedo culpar. 

Firma,
Con la que sueñas 

Comentarios

Entradas populares