La geografía de tu recuerdo



Tu recuerdo se empequeñece entre otros recuerdos menos importantes
Se deshace y a veces: vuelve a nacer.
Se consume como se consume la comida en las manos y la boca de quien la desea.
Tu recuerdo es fuerte pero inconstante, si viviera en la costa pensaría que eres como las olas, pero tú no te mereces esa geografía, tú eres parte de este desierto.
Porque uno vive dónde lo recuerdan y lo piensan. Algunos desde las prisiones o iglesias.
Mi pensamiento no te libera, te ves feliz.
Me sonríes, te alejas y vuelves.
A veces te subes a los techos de las casas y me miras.
Me felicitas por usar mi mano izquierda.
Sabes que te pienso, tienes cara de que sabes que te pienso.
Tus ojos dicen todo, mueves las cejas como si me hicieras una pregunta, esa pregunta que no quiero contestar, porque no quisiera liberarte de esta prisión llena de arena, la tomas entre tus manos y la dejas correr. Me dices que el tiempo no importa, que de todas maneras ya nos encontramos.
Te sonrió, nos vemos felices. Parecemos un caldo hirviendo.
Un caldo envenenado, porque hierBa mala nunca muere. 


Firma Carol
Los restaurantes extrañan nuestras citas 

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