Delirando






Recuerdo cuando no odiaba los domingos.
En realidad eso fue hace una semana; no sé porque me senté hoy a escribir. He tenido un estado de ánimo muy cambiante, quizá me estoy haciendo vieja, aunque esa no es ninguna novedad, el tiempo no se detiene.

No podía dormir en la madrugada, me levanté a comer algo, me acosté de seis formas diferentes, nunca boca abajo, porque no puedo, me asfixio. Me puse la almohada entre las piernas, me puse tu recuerdo entre los ojos para verte aunque no te vea, para verte sentado en mi asiento copiloto, haciendo algún comentario sobre la música o sobre el tránsito. Recuerdo a los amigos que no se reportan y al próximo viaje. El futbol esta en la tele, quizá lo odio o quizá no, quisiera ir al cine, solo conmigo ¿cuándo me ira a llamar?  Busco lo que me falta en un mercado de recuerdos ¿Habrá alguna noche en que me vaya a la cama sin ninguna preocupación de tercer mundo? Ya no quiero ser maestra, quiero tener una florería, ya no quiero que sacrifiquen noventa perros diarios, me muero, cualquiera de ellos podría ser mi hijo, o el tuyo. Me muero otra vez, ya no quiero mi trabajo y para ser sincera hay días que ni siquiera me quiero a mi.  


Firmo,
Ganas de dormir hasta el próximo mes 




Comentarios

Entradas populares