Tu anatomía y otras formas de morir en el intento
Si fuera un jueves cualquiera ¿ya me lo habrían dicho no?
Fue
la clase de día en el que recibo un mensaje y no
contesto,
porque no reconozco las palabras correctas y
por
miedo a ser la que envía el último mensaje.
Esa
es una forma de morir, ¿Sabian?
Así
como también lo es, cuando hay una discusión y
piensas
argumentos con los que pudiste haberte defendido.
Como
yo, que no he podido defenderme de tu ausencia.
Y
que no existe ningún argumento que te devuelva, o
que
me devuelva los días en los que tu presencia resolvía
Cualquier
lunes o jueves. Y que todos los viernes podías ser tú,
porque
el sábado aún seguía curándome de ti, contigo.
Como
una especie de alimento, alimento del alma que da poesía.
Entre
otras formas de morir y de seguir viviendo sin ti,
existe
la parte en la que tu parecido con otros hombres,
no
me acerca a ti. Y que
es absurdo decir que tienes
el
mentón diferente, un mentón que cualquiera podría
comer
a besos. Ya lo digo sin celos, es obvio que alguien
más está hablando de ti, como yo hice cuando tu mentón
o eso que digo que tienes, se merecía mi boca.
Ahora
yo no necesito ningún abogado, que me diga quién
se
queda con que, porque aunque yo me habría quedado
contigo los recuerdos le pertenecen a quién los
disfrute,
y eso su señoría, nadie me lo quita.
Caso
cerrado
Firma
Carol
Quién
recuerda más, muere mejor.
Hermoso!!
ResponderEliminarUn perfecto y simétrico escrito, no dejaría de leerte.
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