Las sirenas y tu imperio





Mujer, yo no sé qué haces en una sola noche,
Pero sé que has salido victoriosa de todos los
Caprichos de la madrugada.
Recuerdo bien aquella noche, en que te descalzaste
Los pies, te sacaste el vestido y nos metiste a punta
De besos, a la regadera. Esa noche me hiciste sentir un
Niño otra vez, porque yo estaba seguro en ese momento
De que las sirenas existen. Y que tú eras la elegida para
Derribar mi embarcación y hundirme, con todo y mi pasado
En tu mundo perfecto.
Ahora yo no sé si estaré a la altura de tus detalles o de tu
Especial Forma de aliviar las penas con palabras sencillas.
De la forma en que mueves las manos y haces tuyos los
objetos en cuanto los tocas, O como me acaricias con la
mirada cada vez que digo algo estúpido sobre nosotros,
sobre el gobierno, o sobre el mundo.
Porque tú, mujer, lo tienes todo y no restringes nada,
Y eso es lo que te hace bella cuando vistes un delantal 
amarillo O unas sandalias de hule, cuando multiplicas todos 
los placeres Con tu boca, cuando hablas lento y haces 
preguntas De las cuales ya sabes la respuesta, como cuando me 
preguntaste 
Si tendríamos sexo o haríamos el amor,

Y que me dejaste sin salida. 


Firma Carol,
Mensajera, nada más 

Comentarios

Entradas populares