Te prometo mi fidelidad literaria
Dime que mis
deseos no son órdenes, que no te dan ganas de cambiar de vida y quedarte
conmigo, porque no soy mucho pero tampoco soy poco. Dime que lo que te propongo está bien, ni tan
ambicioso ni tan pobre. Te prometo mi fidelidad literaria y mis ganas –casi-
eternas de ti. Te doy la variedad de mis facetas y te aseguro diversión cada
noche. Dime que no tuviste ganas de decirles a todos que solo fui a verte a ti.
Que sólo fui a forzar el destino y a terminar con la ficción. Que cien veces
habría ido antes y que cien veces iría después. Hazme de nuevo esa pregunta peligrosa
-¿Te escaparías conmigo?- Que contigo soy sincera y que lo poco que tenemos no
se repite con otro. ¿Tú juegas el mismo juego con otra? Y si me respondes que
sí, no iré a matar a nadie, solo me acostumbraré a la presencia de otras
jugadoras más y menos talentosas que yo. Pero si me respondes que no, Te haré una
pregunta imborrable, una pregunta maldita ¿Quién te dejo de divertir? ¿Quién te
abandono a merced de la rutina?
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