Íbamos a velocidades diferentes. Lo tuyo era rápido y salvaje. Lo mío lento y tierno. Tú querías mucho de golpe y espaciado. Yo quería poco seguido. A velocidades diferentes chocamos. El primer impacto fue para enredarnos, el segundo para separarnos. Nuestro orgullo y sentimientos las víctimas del idilio. Vivimos a velocidades diferentes. Lo mío está detenido, lo tuyo va más rápido que antes.
Ave Literaria



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