La redondez de tu caída





Lo seduje para que no me olvidara,
Para que no se olvidará de que todavía hay alguien que lo logra seducirlo, 
Para que por medio de mi absorbiera el encanto femenino
Y volviera a creer en las mujeres.

Lo seduje para que se quedara,
Para que recordará que todavía hay buenos motivos
Para pertenecer despierto hasta el amanecer.
Para que hablará bien de mi,
Haciéndole promoción a mi estrategia.

Lo seduje porque se me antojo seducible,
Porque quería probarme a mí misma,
Porque no me quería aburrir.

Lo seduje para que cayera lento e incorregible,
Para que se dejará arrastrar por mis intenciones,
Que no eran ni buenas ni malas.

Lo seduje para que me recuerde taladrante al día siguiente,
Para que venga a mi cuando incluso, ya no lo estuviera llamando,
Para que desee mi presencia y me busque entre y en otras mujeres.

Lo seduje para que él también tuviera ganas de seducirme a mi.

Firma Carol,
por si quedaba duda 
(y por si queda también, se me ve bien el rosa) 


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