Saber perder es una virtud importante

Hay una canción que dice “Si esto hubiera sido ayer lo tomaría”. Estaba cantándola en la mañana mientras pensaba que lo mejor que te describía era lo que no habías hecho. Me convertí en una de esas cosas imposibles que se tienen que poner detrás de una vidriera, y en alguna mañana cuando pasabas por el mismo lugar en el que me habías encontrado, te vencían las ganas de buscarme y escribías para decir que te habías levantado con la sensación de mí.

            En vez de que me diera gusto me daba rabia. Yo más que nadie sabía cómo era despertar detrás de la vidriera con el alma atrapada en un objeto porque publica no podía ser. A mí también me había tocado meter un pedazo del corazón detrás de un cristal para protegerlo de la realidad y de los golpes de lo que debió haber llegado a tiempo.

            Con la canción todavía en la boca, una canción que en aquel diciembre se volvía himno y que no quería yo usar demasiado porque en realidad su letra era muy triste, me transporté al edificio olvidado del tiempo en el que nos conocimos. Nada ahí era nuevo, los recuerdos estaban intactos, las escenas igual que una película: se repetían una y otra vez; el mismo final y la misma despedida, todo igual excepto por una cosa, que yo ya lo había superado y tú no. Todo decía que el tiempo había pasado más rápido sobre mi pues yo me había dado cuenta al instante de lo perdido y había acelerado el proceso que implica el olvido; y cuando tú apenas comenzabas a extrañarme yo ya había encontrado un reemplazo a fuerza de la situación. Me daba pena imaginar cómo te había tratado la vida como para tener que buscarme y pedirme que te concediera un encuentro. El mismo encuentro que yo había necesitado hace más de veinte meses pero que nunca pedí porque para mí saber perder es una virtud importante. Podemos encontrarnos como amigos, y de amigos te digo que si tú has vuelto después de dos inviernos aún tengo oportunidad de recuperar a quienes perdí después de ti. 

Impuntual para las cosas importantes, 

Firma Carol