El arte de la sospecha



Está claro, que mirarnos

Fue la primera comunicación que tuvimos,

Ese jueves.

Mientras tú llenabas el papeleo,

El papel y la  moneda que no nos une.

 

O al menos no por ahora,

Y buscarte entre la gente,

Específicamente entre los hombres,

Más específicamente entre los doctores o los mecánicos.

 

Esperando que trajeras,

Suéter gris y las agujetas desabrochadas

Y las ganas de conocerme

Y que tuvieras un nombre como ningún otro.

 

Ningún otro de mi pasado.

 

Fernando, o Ivan,

Perdiéndote en un estacionamiento,

Con ese nombre yo te encontraría,

Yo te llamaría.

Yo te voy a llamar.

 

 
Firma Carol,
El directorio con quinientos nombres se vuelve excitante

Comentarios

  1. insisto! ¿que tienes que andar haciendo de locóloga? ¡tienes talento! seso, encanto y galanura. Feliz fin de Semana

    ResponderEliminar
  2. lo qe mas me gusta es que entiendo perfectamente d lo que hablas :)))

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares