El arte de la sospecha
Está claro, que mirarnos
Fue la primera comunicación que tuvimos,
Ese jueves.
Mientras tú llenabas el papeleo,
El papel y la moneda
que no nos une.
O al menos no por ahora,
Y buscarte entre la gente,
Específicamente entre los hombres,
Más específicamente entre los doctores o los mecánicos.
Esperando que trajeras,
Suéter gris y las agujetas desabrochadas
Y las ganas de conocerme
Y que tuvieras un nombre como ningún otro.
Ningún otro de mi pasado.
Fernando, o Ivan,
Perdiéndote en un estacionamiento,
Con ese nombre yo te encontraría,
Yo te llamaría.
Yo te voy a llamar.
El directorio con quinientos nombres se vuelve excitante
insisto! ¿que tienes que andar haciendo de locóloga? ¡tienes talento! seso, encanto y galanura. Feliz fin de Semana
ResponderEliminarlo qe mas me gusta es que entiendo perfectamente d lo que hablas :)))
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