No soy bonita, soy inteligente
Aunque ningún tercero te reclame los hechos, basta con la culpa
y el reclamo que nos hacemos nosotros mismos respecto al pasado. Es suficiente
tortura ya, saber que lo qué paso aquella vez o aquella noche, no mejoro
nuestros planes, no dio mejores resultados, no nos hizo sentir mejor. El hecho
es que entre esos reproches, es importante saber que nadie nos obligó a hacer
tal cosa, nosotros fuimos quienes mediante ciertas decisiones, hicimos que
termináramos en la cama equivocada o en un taxi de vuelta a casa. Es importante
reconocer que ya no hay vuelta atrás, que es el 2012 y a pesar de los avances
tecnológicos, no sé ha inventado la máquina para regresar en el tiempo. Que
tendremos que conformarnos con las TIC’S hasta que inventen el antídoto contra
los recuerdos, en saber utilizar los inventos a nuestro favor, porque cuando
los recursos del coqueteo se acaban, cuando el corazón se atrofia de las estupideces
de uno y del otro en juego, es lo único que queda hacer, utilizar hasta las
piedras de ejemplo. Aprender de los objetos inanimados, que por mucho que
sirvan se remplazan alguna vez. Utilizar la cama como trampolín para el éxito,
no para dejar la estabilidad que uno construye día a día entre las piernas de
alguien, entre las sábanas de la perdición. Utilizar la cabeza para los
negocios, para la arquitectura, para la psicología, para la enseñanza Utilizar las
manos para los instrumentos musicales y para conducir. El corazón está de sobra
para el mundo del siglo XXI, ya no se sabe lo que es, ya no sé reconoce el uso,
pronto será de esos órganos que si no se utilizan, se mueren.
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