Fragmento







-Cuando el sillón se volvió incomodo, decidió que debían pasar a su habitación. – Quiero hacerte saber que a mí no me importa el lugar, que bien podríamos estar en la cocina, en el techo o en tu coche- dijo Melina con una sonrisa sumamente tentadora;  él no contesto nada a eso y la tomo sin dificultad en brazos como a un montón de sabanas lisas y limpias;  la llevo dentro y se besaron en la puerta, la tomo de la mano y la condujo hasta su cama a oscuras. Melina tomo asiento y él encendió la lámpara. Lentamente como un felino escondiéndose entre la maleza se trepo a su cama. Le beso lentamente la cara, la frente, las mejillas y termino con una mordida en la barbilla. Le desabrocho el primer botón de la blusa y la beso justo en medio del pecho, como si le sellara con los labios algo secreto en el corazón...- 

Firma Carol,

Les dejo un pedazo de la historia que estoy escribiendo y la misma que me esta volviendo loca 

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