El veneno de la duda

          Es cierto que me arrepiento de no haberte besado, porque ni siquiera es que –no te haya besado suficiente- es que lo que pasa es que nunca, si quiera te bese. Cuál no será mi condena, que he llegado al punto en el que ya he pensado que es lo que pude haber hecho mal; ya comienza a hacerme efecto el veneno de la duda y el tiempo de reconquista poco a poco se consume entre el orgullo, que yo quisiera creer: es de los dos.

           Vaya a uno a saber qué es lo que le pasa a los hombres por la cabeza, vaya a uno a saber si uno tiene la mitad de la culpa o la tiene completa, vaya uno a saber tantas cosas.. que solo uno supone, bajo hechos que a ojos de cualquier distraído parecerían nada; pero aquí estoy analizando hasta los más mínimos detalles con la grandiosa e infalible lupa de mis ganas. 


Firma Carol, 
No sé porque las personas no vuelven a terminar lo que me empezaron