Allá del dos mil diez

Te espere con los segundos enfilados bailándole a los minutos buscando que entrara la hora por la puerta de enfrente, la escalera de tras o debajo de la falda, como cuando buscas con la curiosidad en la cara, sabes… que el suspenso va a matarte, que la tentación es dulcísima compañera de la intromisión, y que tú, buen alfil del tablero de lo esotérico, piensas en abrir algún cajón, soplarle a un cenicero… o bien, comerte alguna salamandra rosada que te lleve a mi habitación con velas, a mi cama llena de plumas y vuestro piso lleno de energía vacilante que se encuentra posando de aquí a haya sobre cada incienso místico, pero sobre todo te espero aquí, en mi ventana derecha haciendo ruidos de gata en celo, para atraerte hasta aquí, para sortearte mis cartas, mis huesos, lanzando destellos de venas doradas que te puedan pasar por el cuello y te den la dirección hasta esta morada, y tú sugestionado por el poder de unos ojos verdes, vas trayendo hasta aquí de calle en calle todos los lobos que te has ganado con los años, con los años que tienes cayendo en esa red, porqué aquí una gitana te espera para que le cuentes las 78 cartas del tarot en la espalda....


Firma Carol 
¿Pueden creer que esto lo haya escrito en el 2010? 

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