El recadito que te deje




30 de Junio 


Yo pensé que todo lo que tú decías era importante hasta que comenzaste a decir cosas que nadie me había dicho. Apenas me di cuenta que desde el principio me habías tomado una confianza extraña, una confianza circunstancial que manejabas a tu antojo. Esta confianza me provocaba la sensación de la ignorancia total de ti, más después comprendí que esa forma tuya de tratarme como desconocido, y que tú también actuarás como tal nos llevaría al terreno infalible de no poder defraudarnos.
Comencé por quererte cumplir todos los antojos hasta que me di cuenta que a ese paso no iba a poder cumplir todas tus expectativas y que eventualmente tú me ibas a reprochar, quizá, que la yegua me había quedado grande. Para contrarrestar esa conclusión tan peligrosa a la que había llegado después de pensar como si caminará en círculos, tomé la decisión de inflar mi interés, que al cabo de un trámite bastante fácil (pues tú eres fácil de querer) se iba a convertir en amor. Para ser sincero lo que me llevó al absurdo atrevimiento de decirte que te adoraba fue la adrenalina que me causaba tenerte de frente entre tanta gente sin poder hacer nada, tan solo mirarte.
Que me miraras como si no lo entendieras y que le dieras vueltas al papel en el que lo había escrito como si se tratará de una brasa que no estabas dispuesta a sostener, me hirió el orgullo. Pero no te preocupes pues mi orgullo no vale nada y desde el principio, tú ya sabrás, que en tu rechazo he encontrado más motivos que en toda una vida.
Lo que temí era que esas palabras te ahuyentaran tanto que escondieras a tu alrededor todos los papeles que me iban a servir a mí para dejarte recados como había hecho desde el primer día en que no pude quitarme la sensación de que tu podías hacerme muy feliz. ¿Qué hiciste con esos recados? ¿Los guardaste entre los documentos importantes que son importantes para unas cosas y para otras no? Te escribo envalentonado a causa del valor que me da verte en la calle, en medio de la gente, en medio de los ojos que miran tanto pero que no me ayudan ni siquiera un poquito a descifrarte más.
Tú eres así y lo entiendo, dispuesta a hablar de banalidades diecinueve minutos seguidos y decir algo importante en el último segundo, cuando ya te tienes que ir, para atormentarme con tus palabras, con las palabras que nunca nadie me había dicho. Sólo quiero decir una cosa más antes de que este efecto de ti se acabe y el poco valor que me queda me traicione.
Por favor ya dime si me vas a querer, si no para ya no andar haciendo el ridículo. 



"Te quiero" Escribió sobre un pasante que tuve que ver a contra luz y casi me infarté 

Firma Carol. 

Comentarios

  1. Dime que es Mr.nombre de telenovela que ya se me esta haciendo chiquito el corazon.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares