Un sarcasmo chiquito
El bloqueo
mental vino cuando no me dieron la beca para dedicarme de tiempo completo a la
escritura. Comenzar a pensar que necesitaba un estudio, alejado del mundo, pero
descartando lugares sin atinar uno posible, me pareció grave. Comencé textos
que no rebasaban las cuatro líneas porque me distraía con cualquier cosa, me he
dado cuenta que solo puedo escribir en pasado. Él había dicho que jamás alguien
en su vida le había escrito una carta tan bonita como esa. Porque a mí,
preguntaba, porqué yo. Fue un alivio saber que era cierto lo que yo creía. Soy más
buena con las palabras escritas que dichas. Un alivio extraño, pues cuánto yo
quisiera poder decirlo todo en el momento, y sobre todo, pero sobre todo, hacer
lo justo cuando se requiere. Pero como yo en mi cabeza soy una y por fuera soy
otra, me sorprendió que el dijera que soy fría como el hielo cuando me besaba
la mejilla y me abrazaba y yo me quedé inmóvil. -¿Fría?- preguntaba y luego
pensaba en todo lo que había hecho como para defenderme y me daba cuenta que
era verdad, que yo era cariñosa cuando tenía que transcribir nuestro encuentro,
por alguna u otra razón, faltaría analizar los pequeños e inesperados momentos
en los que no profundicé por miedo a saber que estos habían sido cortos porque
yo no había sabido actuar. Escribía con determinación que era un hombre
increíble y que también yo era una mujer increíble pero no era capaz de decírselo.
De modo que para que él creyera que yo era fría era porque se había quedado con
todos esos ratos en los que yo pensaba algo pero no sé lo decía, en el que él
tenía que adivinarme lo que quería y lo que no quería porque ni yo misma lo sé.
Había escrito también que yo sabía lo difícil que era para alguien hacerme
feliz, mediocre comentario. Yo me estaba volviendo loca entre la gente y entre
mis cosas por eso quería irme a otra ciudad. Yo quería irme de mí porque no me
soportaba. Yo tengo que quitarme la espina de escribir un libro. Es difícil que
todos quieran hacer lo mismo porque eso significa mayor competencia y yo solo
soy una aficionada que cuando se vuelve a leer reconoce con dignidad que falta
mucho talento. Estoy escribiendo un libro en el que me regreso y siento que
debo que debo cambiarlo y si sigo así nunca lo voy a terminar. Yo soy todos mis
personajes. De repente mi madre se asusta cuando digo que si muero antes publiqué
mi libro por internet para darle seguimiento a mi blog, para que todos sepan
que morí en el intento y también poquito de amor y luego me vuelva famosa. Ese
es el humor sarcástico con el que ando últimamente.
Guardo los escritos para añejarlos y luego los publico, pero esté no
Carol
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