Destino canino

                   Te cuento que hoy vi a dos perros imaginarios. Atravesaron el carril del autobús cuando esté acababa de pasar y entonces desaparecieron. Si cierran la carretera por la nieve estaré otro día más sin verte y despertaré con los pies congelados y todavía más helados porque mañana es lunes. Me agobian las personas que a cada momento dicen que se sienten bendecidas ¿Eso me vuelve una amargosa? A lo mejor. Pero no me importa, tú mismo has dicho que soy fría de corazón cuando te digo algo entre líneas que no entiendes y no quiero explicar. O cuando toco un tema que me parece más importante dejarlo a medias porque así dejo abiertas las posibilidades de que un tópico quede bajo nuestro dominio y se vuelva algo significativo para los dos. Ya sabes que a mí el afecto me llega por las palabras. El beso que dijiste que me mandabas en la frente me llego a la hora de la comida cuando distraída veía el marcador de un partido de futbol americano que no me interesaba en lo más mínimo. Si a ti te gustarán los deportes a mí podrían comenzar a gustarme solo para no perder una oportunidad de estar contigo porque esta vida es muy corta, tan corta como los perros imaginarios que vi y que no tuve tiempo de saber que parentesco tenían entre sí. A veces siento que me importan más las palabras que las acciones porque me he vuelto tan holgazana que basta con que me digan las cosas para quedarme tranquila. Hay días que no tengo ganas de ir a investigar porque de cualquier modo siempre termino enterándome de las cosas importantes con algún perro que viene a rosarme los pies cuando estoy viendo como una máquina del tamaño de una bestia perfora la calle o cuando me imagino que haces y como apagas las luces cuando estás a punto de irte a dormir. Quién sabe si tú me imagines en la misma medida que yo, pero hay algo entre los dos que me dice que desarrollamos una inteligencia emocional desde que nos conocimos. Un artefacto también invisible que te comunica lo que quiero y que me informa al revés lo que tú no quieres de los dos. Una pregunta antes de que cierre el recado ¿Quién crees que arrastre hasta la orilla a los perros que acaban de atropellar? ¿Algún ángel que Dios envía tarde? ¿Tarde como toda la chingada vida para las situaciones que a uno le desatornillan el alma? 

MI corazón es a cuatro patas 

y articulado por una vertebra que mueve la cola 

cada vez que algo valioso ve 

Firma Carol Canina