Éste mundo es otro




            Las cosas que nos unen son pocas pero cuando se me aparecen todas juntas me dan escalofríos. ¿Crees que sea verdad que los objetos nos miran a los ojos? Para que tu closet haya desviado la mirada cuando nos vio acostados con pocas ropas es necesario que para empezar tenga ojos y pestañas. Pudiera tener boca y opinar que el humo de la chimenea nos estaba asfixiando sin darnos cuenta, que no habíamos cerrado con llave la casa, que yo tenía que llegar a casa antes de las dos.
             Hoy en el cielo había una línea que lo atravesaba por la mitad de manera horizontal. Vaya a saber que significaba sino era la escarcha indiscreta de un avión, pensé yo que era la línea que dividía dos mundos. El mundo entre los que pueden hacer las cosas y el de los que se quedan a la mitad;  cuando quise colocarnos a ti y a mí en uno de los dos lugares no pude. No sé si más bien pertenecemos a la tierra de los que tienen ganas, de los que creen demasiado en los eventos improbables, ya sabes.. los mismos que son santos de las causas perdidas aunque nunca hayan perdido un broche, una llave o una custodia.
               Olvida la línea. Nosotros no pertenecemos a ninguno de esos dos mundos, estamos hechos de otro material. Lo he sentido cuando te sacudes una manga, cuando encuentras un cabello mío sobre tu ropa y me avisas al día siguiente como si hubiera perdido yo algo valiosísimo.
               Este mundo es otro, donde te cambias de casa para estar más cerca de mí, donde compras una cama para dar volteretas sin caer de la cama, donde me quieres llevar a una cabaña para escribir pues sabes que estos días me ha faltado la  inspiración. Puede haber líneas que dividan al cielo en pedazos pero tú cama sigue siendo indivisible, amor. 


Dime si cierro la casa y mejor te llevo a tu casa hasta el día siguiente 
Firma Carol 

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