Le llaman ansiedad
La ansiedad de llegar tarde y perder una cita en las
oficinas de Relaciones Exteriores,
La ansiedad de ser demasiado joven para entender una
familia y la ansiedad que provoca saber el momento exacto en que a alguien le
robaron la magia.
La ansiedad que provoca el cigarro, el reloj y las miradas
de la gente. Me imagino que ser amante no ha de ser cosa fácil.
La ansiedad que provoca ser un mal amante. No cumplir con
las expectativas, pensar que algo hicimos mal, echarnos la culpa del amor que
no tiene el otro.
La ansiedad de la música de los vecinos, de la numeración
no confiable, de que el mundo siempre tiene un poco de maldad para opinar sobre
el amor de otros.
La ansiedad de perderse los fuegos artificiales, de perder
una cartera, de no saber si el ruido de una fuente nos causa calma o ganas de
orinar.
La ansiedad de una canción de Joaquin Sabina, que se
desperdicié una gota de vodka, que no puedas hacer pública una imagen que
revela tu interior mejor que un espejo.
La ansiedad de un Volkswagen rosa aguardando en el
estacionamiento, la mesera guapa que él dice que no es guapa, la esposa que no llama.
La ansiedad de todas esas cosas que uno cree que son suerte
pero que realmente es algo que uno se ha sacado de la manga. El amor secreto,
el beso que uno da por si la escena no se vuelve a repetir, encontrar a alguien
en un semáforo.
La ansiedad que provoca pensar que uno debería dejarse
querer.
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