Convences sin chantaje

Aunque este cielo es más limpio, no creas, me
hace falta tu presencia; me doy cuenta
que contigo el tiempo pasa más rápido en los momentos tediosos - y no solo en
los tediosos- , he mirado el reloj mientras comíamos juntos y de pronto ya
habían pasado dos horas y lo único que me había saboreado era el roce de tu
mano. Desde que estoy en contacto contigo he experimentado diferentes
situaciones que antes, no sé cuánto tiempo habrá pasado, no me daba cuenta.
Asocio
esto a una inteligencia infantil que es mucho muy superior a la inteligencia
con la que me he conducido desde hace algunos años y voy descubriendo a cada
rato nuevas señales de vida en menudencias. Sin duda, eso es gracias a ti pues
me he dado cuenta que tienes una cabeza que se distrae con cualquier cosa y que
con un comentario haces sorpresivo cualquier evento ordinario. ¿Ves porque digo
que eres una niña? Convences sin chantaje, lloras porque sí y aquí me tienes
comiendo de tu mano.
Y es que no puedo no decir, que he
encontrado en ti una especie de armonía, un equilibrio extraño entre el bien y
el mal.
El
bien es lo que tú dices que hago con gracia y el mal es todas las veces que no
puedo detenerte antes de que hagas algo que te pone en peligro a ti o a la
hombría de mis sentimientos. Lo que pasa es que no solo me dejas ver el mundo
sino que también me has hecho verme de afuera para adentro y entre los saldos
me he encontrado con muchos huecos.
Hoy ha transcurrido todo de manera
normal y he pensado en ti de la misma
manera. Recordando alguna palabra, algún movimiento seductor, en un escenario
en donde estoy totalmente entretenido y absorbido por lo siguiente que va a
pasar.
Comienzo a acostumbrarme a lo
imprescindible y si no apareces cerca me pongo de mal humor y hago las cosas
con las patas. Tampoco puedo permitirme ese lujo porque si salgo a flote la
estupidez que a veces me provocas te pongo peligro y hasta ahora entre nosotros
solo tenemos cosas buenas, no hay reclamos, no hay ansiedad, no hay escenas de
celos, mi única inseguridad es que te alejes. De modo que siendo yo mismo, sin
pretender ser un hombre que no soy y sin decirte una sola mentira, solo así,
podría acércame a hacerte feliz.
Te acomodas en un hueco que encuentras
y ahí te quedas
Firma Carol

Comentarios
Publicar un comentario