Ojos azul verde y tulipanes

Anoche estuve en una florería de Rumanía, allá era de mañana. De todos los lugares a dónde me han llevado con la imaginación está es la primera vez que escojo unas flores para Santa María. Para calcular la hora de Bucarest y saber a qué hora se va a despertar le sumo doce horas y luego le resto tres. Entramos al local y en la puerta sonó una campana,  mi imaginación se despertó de una manera impresionante porque yo estaba dentro de la película de un hombre que viaja al Mar Negro a ver a su hermana que es Marín. Cuando giro sobre sus pies pude ver los tulipanes.

            ¿De qué color son tus ojos? – Azules – Los míos son verdes – Los míos también – Y grises, según la ropa que uses – dije yo.

            Constantemente pido reducir la ansiedad al mínimo pero estoy destinada a hacer siempre lo contrario, sin embargo, tampoco pido quejarme. Está ambición será infinita porque cuando se me acabe la belleza, usaré el talento y cuando se me acabe el talento usaré la labia. Tal vez ustedes no lo sepan pero he estado en varios corazones del extranjero y en ninguno he quedado mal. Me he representado bien y en ésta historia que parece una sola (porque yo prendo un amor con la colilla del anterior) nada acaba hasta que yo diga.

            De modo que cuando diga que anoche estuve en una florería de Rumanía no piensen que estoy loca. Acá entre nos, he cumplido y me he cumplido más de una fantasía internacional y todos estos días me he despertado con alguien que podría ser o no el amor de mi vida, y casualmente yo soy esa persona que cruzaría el continente buscando historia para escribirla después.  

- Buenos días guapa me faltas hoy

Firma Carol