Canta y no llores




            Ricardo está paralizado. Está actuando extraño ante la situación y estoy asustada por él. Qué va a pasar con los niños pensé desde acá mientras lloraba viendo las noticias. Los niños Ricardo, no los pueden sacar, qué va a pasar con ellos; le pregunte justo en el momento en el que deje de dominar mi pánico, y en mi arranque de soberbia me acorde que lo menos era alterar a alguien que estaba en el trance del impacto de lo que sus ojos veían. No sabes que sueño he tenido anoche. Una pesadilla extraña y siniestra que en mi vida no se me hubiera ocurrido imaginar, un sueño que me levantó adolorida e insegura. Se me han rodado las lágrimas todo el día. Me siento bien afectada, hay personas muy tranquilas que no dicen ni opinan nada porque están lejos, pero mi corazón está ahí, latiendo detrás de una pared o debajo de un escombro porque no puedo dejar de mirar las fotografías. No quiero ser soberbia, yo no estoy ahí. Y tal vez no lo dije pero me da mucho gusto que estés bien, si algo te hubiera pasado me hubiera tirado al piso a llorar para siempre. El ambiente es hostil y yo quiero saber todo. ¿Es necesario contestar así?, no es momento de exigencias, me contesto. Discúlpame, esa no fue mi intención. Me quedo intranquila, es el estrés de la situación y no sabemos manejarlo. Discúlpame, discúlpame. Qué bueno que estás bien. La gente está mandando despensas y dicen que los supermercados están vacíos porque muchísimas personas han comprado de todo para mandarle a los que se quedaron sin nada. Un montón de rescatistas van en camino, que alguien me explique cómo son esos aparatos que miden el calor humano, en mi mente también cierro el puño para guardar silencio. Soñé que me cortaba los pies con un alambre y que no me dejaban de sangrar. Acabo de teclear qué pudiera significar eso. –Soñar que tienes heridos los pies significa penurias, luto y sufrimiento-. No puede ser, cuiden también a los perros por favor. Por salud mental no quiero ver más las noticias. Ricardo me envía un mensaje de voz y me quedo tranquila; lo escucho muchas veces, ahora si es él, antes era su versión paralizada. Yo también quiero verte, no pidas perdón, cuídate mucho por favor. Yo sabía que tenía días sin dormir y no pensaba que fuera a poder cerrar los ojos. Te envió un clon de mi cuerpo para abrazarte por la espalda y que puedas descansar aunque sea un rato. Que ansiedad no poder tocar a alguien. Hay fotografías que me han roto el corazón y me han emocionado de saber que México sigue temblando por su respuesta. Enviaron guantes a los rescatistas y en ellos escribieron “Gracias por tu esfuerzo”, me puse a llorar otra vez. ¿Quiénes son los héroes anónimos? Todo el que traiga tierra en la cabeza y tenga raspadas las manos. Gracias por hacerlo aunque estés cansado. Todos enloquecen con la información y piden veracidad para no llegar tarde a una emergencia, para no dejar sin agua y sin comida a otros. Ricardo, no entres a tu edificio ¿Dónde estás? Después de 50 minutos se han desplomado algunas estructuras, un chico se quedó atrapado cuando volvió por sus zapatos. Quédate cerca de tus cosas para que no tengas que volver por nada. Trasládate con cuidado para quedarme más tranquila porque estoy en psicosis por ti y por toda la gente que pensaba estar en un día normal en un lugar cualquiera. Anoche no dormí y por la mañana no te dije qué soñé porque habíamos estado callados. Es mejor que no se me olvide que es bueno decir buenos días antes de que tengas que saludar con palabras aterrorizantes como -¿Estás bien?- Si, estoy bien. En donde estamos estuvo tranquilo, pero no sé si vuelva y mi casa siga ahí.- La noticia impactaba pero el terror para todos vino después. Por qué uno veía como se derrumbaba un edificio, pero no sabía quiénes faltaban, quienes habían quedado bajo las recomendaciones de un protocolo incompleto. Ahí vino el caos para los que estaban y no estábamos ahí. Sin embargo creo que todo el país sintió el temblor de cuando en un segundo todos se habían organizado para levantar con dos manos a México. Ahí salió el cobre del talento. Nadie sabía que podía ser chef, rescatista, hotelero, excavador, chofer, medico, veterinario, buscador de tesoros de vidas humanas. Yo estaba aquí pensando en Ricardo porque no tengo mucha gente allá, ni a la que yo pudiera expresarle que me sentía afectada y que me moría de miedo de haber podido ser una de esas personas que se había quedado esperando la señal de vida de alguien importante. Eso y que por favor sacaron a esos niños que se habían quedado atrapados lejos de sus padres y con el miedo de no entender nada.
          Soñé que me hacían dos torniquetes en las piernas para dejar de sangrar. Que rápido se me salían las lágrimas cada que veía una fotografía en dónde para encontrar a alguien tenías que escribir su nombre en un papel. Desde acá todos queríamos reconocer una cara y más de un millón de personas compartían una fotografía cada minuto de alguien perdido o un comunicado de solicitud de ayuda. Todos de alguna forma bombeábamos la sangre hasta donde se necesitaba por lo menos con una palabra. Quería ayudar a que se sintiera protegido y en mi mente lo abrazaba porque faltaban pocos días para vernos y una desgracia de estás me habría roto el corazón para siempre. Cuando escuche en las noticias que había comenzado a llover me hacía de hule pero por nada dejaron de buscar y de remover con los ojos bien abiertos. Hay gente que quería descansar para poder seguir ayudando. A todos los que no estábamos ahí también nos entró la ansiedad por que a cada momento veíamos una imagen que nos hacía llorar de admiración. Esta vez no me dio vergüenza ponerme a llorar en público. De pronto todos nos suavizábamos y estábamos más respetuosos que de costumbre, que vulnerables y frágiles somos. El caos llevaba un luto diferente. Un luto que no daba chance de rendirse porque nos seguíamos necesitando y no podíamos rajarnos ni un pelo. El mensaje de voz lo escuche muchas veces por inquietud. Me desfiguraba no poder apretarte con las manos así que te apretaba con la mente. Lo que me desconcertaba más era como algo tan violento podía repetirse con tanta precisión para causar un caos treinta y dos años después. Tal vez en algún momento del poco tiempo que tiene viviendo en el país alguien se lo dijo a Ricardo. No sabré muchas cosas y no podré responder mis preguntas con su ayuda hasta que lo vea. Mientras trataremos de no hablar del tema y de cuidar las palabras porque estamos frágiles y susceptibles y no estamos en el mismo lugar para arreglarlo rápidamente. El país de pronto ya tiene un montón de héroes y surgen de los escombros problemáticas espirituales y políticas. Dicen que esté es el único país en dónde en algún momento alguien tuvo que decir “Ya no necesitamos más ayuda, ya somos demasiados”.


Por que cantando se alegran, cielito lindo, los corazones 
Firma Carol
Extra-oficial 

Comentarios

Entradas populares