A ti que te apadrinan las botellas




Iba cayendo como una canción romántica mexicana. Comenzaba a hablar de alguna tristeza y terminaba alegrándome por poder sufrir, porque no todos pueden darse el lujo de ser tristes y porque hasta para eso hay que tener talento. De pronto las cosas se salen de control y se van torciendo ante nuestros ojos en una maquina letal en dónde personalmente, yo no me atrevo a meter una mano para intentar rescatar algo. La trituradora de la vida, si se llama olvido o desgracia o simplemente vida ataca sin piedad y solo los que llevamos bien estructurados los momentos, la anatomía del corazón y esas cosas de las que los tontos no se dan cuenta y por eso son más felices. Más felices y más tranquilos que uno que tiene la cabeza trabajando como si fuera un genio pero sin entregar resultados y sin poder morir. Desenfundar una espada, cargar una pistola, estirar una resortera, lanzar una piedra. Hacerse bolita, posición fetal, uppercut doble, un tequila a pecho. Escribir, lanzar indirectas, hacerse el muerto, entrenamiento de super héroe, querer a lo pendejo.. todas esas cosas. 

A veces parece que estoy estresada, pero es que más bien estoy trabajando muy duro
Firma Carol 

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